La milenaria pirámide secreta

Víctor M. Toriz

Veracruz, Ver.-

En medio de los campos de futbol y fábricas de ladrillos de la comunidad conocida como La Joya de San Martín Garabato, los vestigios de una pirámide se levantan en un montículo de barro que irrumpe en la planicie de la llanura del municipio de Medellín de Bravo.

El lugar pasa desapercibido en la cotidianidad de los pobladores, pero atrae a viajeros curiosos que escuchan de la existencia de las ruinas arqueológicas que actualmente se encuentran bajo la custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El sitio arqueológico fue descubierto por error hace menos de 20 años por lugareños, quienes atraídos por el barro de la zona decidieron instalar fábricas de ladrillo que todavía funcionan a menos de 100 metros de la construcción prehispánica.

Para llegar al lugar se toma la carretera Veracruz-Medellín, después de atravesar la comunidad de El Tejar se atraviesa por la desviación izquierda que recorre de manera paralela el margen del río Jamapa.

Se recorren unos cinco kilómetros de un camino asfaltado que serpentea entre las casas distribuidas en grandes terrenos con árboles hasta llegar a las canchas de futbol de la liga local de la localidad de La Joya.

La pirámide es visible a la distancia. Diversos estudios publicados por los arqueólogos Annick Daneels y Daniel Guerrero atribuyen la construcción a la cultura de Las Remojadas que se desarrolló en la zona de influencia de los ríos Jamapa y Cotaxtla, que en este punto se unen en un solo afluente.

El descubrimiento permitió romper el hito sobre los primeros pobladores de Mesoamérica que hasta entonces se sabía eran los Olmecas, considerada como la cultura madre.

Se calcula que la pirámide que es bordeada de pastizales fue construida en el primer milenio después de Cristo, lo que la convierte en una de las primeras construcciones prehispánicas de la que se tenga registro y al mismo tiempo una de las más antiguas.

A diferencia de otras edificaciones, se trata de una pirámide construida de tierra cruda, es decir, no se utilizó otro tipo de material para sostener cada uno de sus elementos, más que la arcilla del terreno fangoso.

En los registros arqueológicos se detalla que el sitio se encontraba conformado por una pirámide principal, de la cual se conserva apenas el 5 por ciento de su dimensión original.

La construcción principal fue restaurada por los arqueólogos del INAH, quienes identificaron una plataforma norte y otra plataforma este, que formaban una pequeña ciudad hace dos mil años.

Otras estructuras son apenas visibles si se presta atención, una cancha de pelota y aljibes artificiales que captaban las aguas de los ríos que rodean el terreno a la distancia.

Pobladores de La Joya se muestran orgullosos de la presencia del sitio arqueológico, perdido entre las llanuras de la región centra costera del estado de Veracruz.

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